Elegir bien el lugar donde vivimos y trabajamos es de vital importancia para nuestra salud, pero no menos importante es la elección de los materiales que forman parte de nuestro mobiliario y de nuestros utensilios de cocina, así como de los productos que usamos para limpiarlos.

Los formaldehídos son sustancias que forman parte de las resinas, colas y barnices que se utilizan en el tratamiento industrial de las maderas. Estas maderas se utilizan para la elaboración de la estructura misma de los edificios y de las puertas y ventanas, los armarios empotrados o muebles de la cocina. Con la finalidad de conseguir niveles muy bajos de formaldehídos,  tanto en nuestras viviendas como en nuestras oficinas, hemos elegido cuidadosamente la propuesta que garantizara el nivel más bajo posible. Para nosotros es muy importante analizar la trazabilidad de todos los materiales que intervienen en nuestras obras.

Evita al máximo los tóxicos en el hogar 1

La cocina, el punto de la casa dónde se pueden acumular más tóxicos (Foto: José Hevia)

Tal como comentábamos al principio, debemos prestar especial atención a los utensilios de cocina pues la mayoría de materiales de cocina que encontramos en el mercado son capaces de desprender metales pesados y otros tóxicos que se acumulan en nuestro cuerpo pues no somos capaces de eliminarlos. Sería conveniente rechazar materiales como el plástico, el aluminio, el teflón, esmaltes con plomo presentes en ollas de barro o metálicas, y el cobre que normalmente lleva también estaño o níquel y que al entrar en contacto con alimentos ácidos produce una serie de reacciones químicas que aumentan aún más los niveles de intoxicación. Por suerte hay en el mercado alternativas saludables que no producen efectos perjudiciales para nuestra salud ya que son inocuos como el vidrio, la cerámica y la porcelana o la silicona de buena calidad. Otras dos opciones que parecen ganar adeptos cada día son la del hierro fundido y el titanio. El hierro es un material que difunde bien el calor, aguanta temperaturas muy altas y con el tiempo es capaz de crear una capa antiadherente de forma natural. El titanio está comprobado que no migra sustancias tóxicas a los alimentos y difunde también muy bien el calor.

La mayoría de los limpiadores para el hogar que encontramos en el mercado están compuestos por sustancias que liberan partículas orgánicas volátiles que pueden ser perjudiciales tanto para nuestro sistema respiratorio como para nuestra piel, ojos o mucosas.  El problema es que estos productos son de uso cotidiano y están totalmente incorporados a nuestro día a día y por lo tanto estamos en contacto con ellos y respirándolos diariamente. Las personas más sensibles a estas sustancias como aquellas que sufren de asma o de problemas respiratorios pueden ver perjudicada su salud con más facilidad.

Estaríamos hablando de productos como la lejía, el amoníaco, ambientadores, detergentes de la ropa o suavizantes. Es por ello, que es aconsejable, en la medida de lo posible, utilizar productos ecológicos y respetuosos con nuestra salud y el medio ambiente o incluso elaborarlos nosotros mismos en casa. Para poner un ejemplo, con sólo 200 gr de sal gorda, 200 ml de agua, 3 limones enteros y 100 ml de vinagre blanco podemos elaborar nuestro lavavajillas casero totalmente ecológico y respetuoso con el medio ambiente. Sólo hay que batir todos los ingredientes, llevar a ebullición durante 15 minutos y después dejar enfriar y guardar en un envase de cristal.