Todos los proyectos tienen como eje vertebrador la preocupación por la salud y el bienestar de las personas
Son ellas las destinatarias de nuestro trabajo. Son ellas las que ocuparan los edificios que proyectamos y construimos. Allí vivirán, trabajarán, reposarán, se relacionarán, se formarán…
Trabajando en la elección de materiales, desechando aquellos que contengan toxicidad, trabajando en el diseño e implementación de las distintas instalaciones, planteándolas con criterios de biocompatibilidad. Integrando sistemas y soluciones que posibiliten respirar un aire lo más limpio posible y beber un agua lo más rica posible, agua que nutra y sin presencia de metales pesados y otros componentes tóxicos. Poniendo énfasis en acercarnos al Sol, en compatibilizar la radiación solar y a la vez el confort térmico. Evitando la aparición de humedades, de hongos, de parásitos y bacterias patógenas. La reducción de Proyectando, pensando en la movilidad, en la ergonomía. Pensando en proporcionar un confort lumínico en consonancia con el ciclo natural de la luz. Diseñando soluciones que garanticen el confort acústico. Un trabajo enorme que llevamos a cabo en estrecha colaboración entre nuestros equipos técnicos de arquitectos e ingenieros junto con médicos, químicos, farmacéuticos y biólogos. (ver equipo humano).
El propósito final es el de alcanzar el conocimiento necesario para proyectar y construir espacios donde la percepción de bienestar, de confort, de querer estar y permanecer sea máxima.
Más del 80% de la población mundial pasa un mínimo del 85% de su tiempo en espacios cerrados. Poner el celo y empeño necesario en que estos espacios sean saludables es nuestro principal propósito.
Aire.
Cada día pasan por nuestros pulmones entre 7.000 y 9.000 litros de aire. Dimensionar esta cifra no tiene otra consecuencia que la de poner atención y medios en la calidad de este aire. En su composición, en tratar de eliminar o reducir la presencia de aquellas partículas, compuestos o elementos que puedan ser nocivos para nuestro organismo. Equipar los edificios con adecuados sistemas de ventilación, la incorporación de filtros, sensores son algunas de las soluciones que venimos incorporando a nuestros proyectos. La elección de determinados materiales que actúan como depuradores o regeneradores es una vía con la que hemos utilizado recientemente y que tiene un potencial muy interesante. Una de las líneas de investigación que tenemos en una fase muy embrionaria es la utilización de probióticos como agentes depuradores del aire
Agua.
El 95% de nuestro cerebro es agua. El 75% de nuestra sangre es agua. El 60% de nuestro organismo es agua. Tanto si nos referimos al agua como nutriente de nuestro organismo como si lo hacemos como recurso medioambiental básico que debemos proteger y usar sabiendo que es tan finito como necesario, le dedicamos una parte importante de nuestros recursos según el perfil, el uso, y la ubicación del proyecto.
Incorporamos soluciones y sistemas atendiendo a la calidad y características químicas y físicas del agua de suministro. Desde el empleo de filtros magnéticos activos de reactivación y energización molecular a otros sistemas basados en la ionización complementada por filtros de metales pesados.
Buscamos aumentar la tensión superficial del agua para que hidrate más. Limpiará mejor y penetrará mejor en nuestro organismo. Evitará también procesos de calcificación y proliferación de poblaciones bacterianas potencialmente patógenas. Estos procesos provocaran cambios que aumentan la salubridad de las sales que contiene el agua, cambia la morfología de sus cristales que facilitaran la no incrustación de los mismos. Esto conlleva la disminución de consumos de materiales detergentes y desincrustantes y sobre todo reduce a largo plazo coste de mantenimiento.
Confort lumínico
Propiciar niveles óptimos de luminosidad, dar prioridad a la luz natural, entenderla como un nutriente, un proveedor no sólo de calor sino también vitamínico. Atender y entender al ritmo circadiano, ver cómo puede influir y afectarnos. Trabajar en la características y composición de los cristales atendiendo a criterios de protección ocular y en consonancia con el confort térmico y con la demanda energética del edificio.
Selección de materiales.
El empleo de materiales con el mayor grado de inocuidad posible.
El trabajo y el esmero puesto en la selección de maderas liberadas de compuestos volátiles tóxicos, la eliminación de materiales con presencia de substancias nocivas, en la elección de pegamentos, pinturas, resinas, barnices, colas. En tratar de utilizar un mayor porcentaje de materiales de nulo o escaso proceso transformador, en incrementar el peso de los materiales de proximidad versus los de obtención-extracción y transformación a miles de kilómetros de donde se lleva a cabo la obra. En la selección de sistemas y aparatos eléctricos, atendiendo no solo a sus prestaciones de consumo sino también a su composición, a sus ingredientes
Confort acústico
Son muchos los estudios y la bibliografía que destaca la importancia de este punto cuya ausencia forma parte de la lista de posibles causas de una larga lista de patologías asociadas al sistema nervioso. A nuestro entender el código técnico, como en otros muchos aspectos, se queda corto. Desde H.A.U.S. tratamos de aportar soluciones y materiales que garanticen el bienestar también desde el punto de vista acústico, tanto teniéndolo presente en la fase de diseño como en la ejecución de obra. Eliminando puentes acústicos, evitando reverberancias, reduciendo el sonido proveniente de impactos, trabajando la envolvente estudiando el entorno y el emplazamiento etc.
Confort térmico
Otro de los ejes vitales del confort ambiental: temperatura y humedad relativa, los dos factores que acaban siendo los parámetros de medición del confort térmico. Garantizar que las temperaturas dentro del espacio construido se situarán entre los 17 y los 24 grados Celsius acompañadas de niveles de humedad relativa entre el 40% y 60%. Estos son, a pesar de ser susceptibles de revisión, los niveles que en H.A.U.S. damos como óptimos. A partir de ahí llevaremos a cabo en un estudio previo de la climatología local, de las particularidades de las personas que ocuparan el edificio y el uso o usos que el edifico tendrá. Y como siempre, en constante dialogo con la sostenibilidad diseñaremos o propondremos las soluciones que permitan garantizar esos niveles de confort con el menor consumo energético posible.
Biofilia, naturaleza
Biofilia es nuestro sentido de conexión con la naturaleza. A dia de hoy la corriente de opinión soportada en estudios e investigaciones contrastadas, que sostiene y defiende que la presencia de aspectos biofílicos en nuestro entorno favorece aspectos tales como la capacidad de recuperarse, reduciendo los tiempos de convalecencia, o la productividad, favoreciendo la predisposición positiva al trabajo, favoreciendo la creatividad, resultante del buen humor.
calidad ambiental
Entendida como la preservación del confort térmico, la calidad lumínica, el confort acústico, la sensación cromática, la volumetría del espacio, el equilibrio estético…
Movidos por un criterio de prudencia respecto a como abordar esta cuestión.
Y en este sentido tratamos de integrar soluciones que contemplen la existencia de estos indicios.
Procurar buenos cerramientos, buena estanqueidad, eliminar focos de humedad, dificulta la presencia de hongos y bacterias que pueden ser patogenas.
Asumir y responsabilizarnos sobre la afirmación de que nuestro trabajo tiene una influencia directa sobre la salud y el bienestar de las personas.